sábado, 25 de octubre de 2008

Leyes de Murphy de la mujer que viaja en avión



La mejor manera de lograr que un vuelo salga con puntualidad perfecta es llegar tarde al aeropuerto.
Si estás llegando tarde al aeropuerto, la puerta de salida va a ser la última del pasillo.
Si llegas con todo el tiempo del mundo, el vuelo saldrá demorado.
Ningún vuelo sale a tiempo a menos que llegues tarde al aeropuerto y necesites que se demore el vuelo para alcanzarlo.
La distancia a la puerta de embarque es inversamente proporcional al tiempo que se dispone para no perder el vuelo.
En cuanto la azafata sirve el café, el avión entra en zona de turbulencias.
Servir café en un avión produce turbulencias.
Siempre se tarda más en ir que en volver.
Cuando tiene que hacer un trasbordo, si el avión en el que va lleva retraso, el otro no lo lleva. Si pedimos vino para poder dormirnos antes, el vino nos despierta.
El avión se mueve más cuando tienes miedo a volar.
El carro de comida se queda sin bandejas cuando te toca a ti
Una vez comenzado el vuelo sentiremos que el avión se llena de un aroma delicioso a comida que no sale de los sándwiches fríos que nos sirven.
Cuando nos están por pasar a primera clase porque en turista ya no hay lugar, aparecen dos asientos sobrantes en clase turista.
En ningún aeropuerto del mundo hay vuelos que partan de la Puerta 1 en la Terminal 1.
Si te dan un asiento en el medio, tus compañeros de fila serán las dos personas más gordas del avión.
Sólo los pasajeros sentados junto a la ventanilla del avión van constantemente al baño.
Si te encanta mirar las nubes por la ventana, te sentarás con alguien que odia el resplandor del cielo en la cara.
La azafata te traerá la lapicera, azafata o hilo y aguja que necesitabas con urgencia en el momento justo en que ya lo conseguiste por otro lado.
En el 99% por ciento de los vuelos proyectan la película que vimos poco antes de realizar el vuelo.
El único chico que llora sin parar está sentado adelante o atrás tuyo.
El pasajero más atractivo siempre estará sentado en la otra punta del avión.
Sea lo que sea que te sirvan, todo sabe ligeramente a pollo.
El pollo sabe a pescado y siempre está demasiado frío.
En el avión, nada se sirve caliente: la mayor temperatura es frío. A lo sumo se sirve tibio.
Para que haya comida caliente en el avión, hay que esperara que este se incendie.

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